El amor es sufrido y considerado.
Nunca es celoso.
El amor nunca es jactancioso o engreído.
Nunca es grosero o egoísta.
Nunca se ofende ni es resentido.
El amor no haya placer en los pecados de los demás, ni se deleita en la verdad.
Siempre está dispuesto a escusar, confiar, esperar y soportar todo lo que venga...

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